La seda de araña, conocido y apreciado biomaterial desde la antigüedad,
es una materia prima que cumplirá una importante función en el campo de
la medicina regenerativa, donde en el futuro servirá de 'soporte' para ayudar a fijar los implantes de tejidos y órganos.
Reconstruir
una parte del hígado o regenerar un nervio periférico con una
estructura de seda de araña es todavía "una realidad lejana", pero se
abren grandes posibilidades gracias a las sobresalientes cualidades de
este material que ayuda a cultivar y a fijar las células implantadas, ha
explicado en una entrevista Gustavo Guinea, catedrático de ciencia de materiales.
Guinea junto a su equipo del Centro de Tecnología Biomédica de la Universidad Politécnica de Madrid experimenta desde hace más de quince años con el "hilo de seguridad", uno de los siete tipos de seda que producen las arañas, con excelentes propiedades mecánicas y utilizado por estos animales para 'colgarse' del techo.
Estas proteínas de seda, tan resistentes como el mejor acero y totalmente biocompatibles
(no producen ningún rechazo al contacto con el cuerpo humano), son el
material "perfecto" para construir andamiajes celulares, estructuras que
sostengan a las células implantadas en un tejido o en un órgano con la
misión de 'repararlo'.
En un hígado dañado se pueden implantar
células madre de otra parte del cuerpo (de grasa, por ejemplo) para que
se dupliquen, se transformen en hepatocitos y lo recuperen. El soporte
de seda de araña evita que se dispersen por el organismo y las ayuda a fijarse y a reproducirse, detalla Concepción Solanas, investigadora del Centro.
"Estamos
demostrando que la seda puede servir como soporte estructural de
tejidos obtenidos por cultivo celular in vitro y que puede ayudar a la
regeneración de axones (los 'cables' que comunican las neuronas)", ha
relatado Guinea.
En el cerebro, los axones están envueltos en una capa, la vaina de mielina, producida por unas células que tienen "gran afinidad" por las proteínas de seda en forma de fibras.
Colocar estas "finísimas" fibras de pocas micras de diámetro sirve de 'soporte' natural para las neuronas y favorece la regeneración de la mielina, ha detallado el catedrático.
Regenerar
esta capa es importante porque su desaparición perjudica la
comunicación entre neuronas y es motivo de que aparezcan afecciones como
el alzheimer u otras enfermedades degenerativas: "si se daña el cable -la mielina-, se pierde la señal".
Los
investigadores han señalado que actualmente en biomedicina se utilizan
plásticos porque obtener las proteínas de seda es caro, aunque ésta es
la mejor fibra natural que se conoce y supera con creces las prestaciones de los materiales artificiales.
A
pesar de sus grandes ventajas teóricas, antes de que se extienda su
uso, será necesario demostrar que funciona bien y superar "largas"
pruebas clínicas que evidencien que no produce ningún tipo de daño en el cuerpo, especialmente porque la seda estaría en contacto con las células.
Pero "por desgracia" todavía queda mucho, "la seda es de momento el eterno futbolista prometedor: será un crack..., pero todavía no lo es", bromea Guinea.
Vía: http://noticias.lainformacion.com/ciencia-y-tecnologia/la-seda-de-arana-el-futuro-en-los-implantes-de-los-tejidos-y-organos_UMkxJxt4hFVt0FmWkoBHB1/
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