Nadie duda de que las aves que fabrican nidos son unas magníficas arquitectas, pero hasta ahora se pensaba que su habilidad venía inexorablemente determinada por los genes y el instinto.
No intervenía, pues, el raciocinio o la experiencia. Sin embargo, un
nuevo estudio publicado en la revista especializada “Proceedings of the
Royal Society B” apunta a que detrás de esa facultad hay un proceso cognitivo más sofisticado.
Los científicos pusieron a prueba a un grupo de diamantes mandarín o pinzones cebra (Taeniopygia guttata), dándoles a elegir entre cuerdas rígidas y flexibles para construir sus hogares. Las primeras eran indudablemente mejores, pues si recurrían a ellas necesitaban menos material.
Primero dividieron a las aves en dos grupos. Uno de ellos solo
contaba con cuerdas flexibles, y al otro les suministraron las rígidas.
Después de que fabricaron así sus nidos, les ofrecieron a ambos grupos
de los dos tipos, y todos acabaron decantándose por las cuerdas más eficaces:
los animales que habían utilizado antes las “blandas” se percataron
rápidamente de lo que les convenía tras probar la nueva materia prima.
La conclusión es que, como ocurre con los humanos, el aprendizaje juega un papel importante en la toma de decisiones de las aves constructoras.
Vía: http://www.muyinteresante.es/naturaleza/articulo/las-aves-usan-el-raciocinio-para-construir-nidos-601397643285
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