Se sabe desde hace algún tiempo que los asteroides pequeños, aquellos
que miden aproximadamente un kilómetro (o media milla) de extremo a
extremo, están cubiertos por una capa suelta de polvo y "escombros"
llamada regolito. Tradicionalmente, los astrónomos han asumido que el
regolito en los asteroides era el resultado de impactos de
micrometeoroides que pulverizaron grandes piedras o porciones de lecho
rocoso, creando polvo que volvió a caer a la superficie del asteroide.
Éste es el mismo mecanismo por el que se crean cráteres y regolito en la
Luna. Sin embargo, hay un enigma: Los experimentos de laboratorio y los
modelos de impacto muestran que, a diferencia de la Luna, estos
pequeños asteroides no poseen suficiente gravedad para evitar que los
escombros escapen al espacio. Por tanto, los impactos no pueden ser la
fuente principal de regolito en asteroides pequeños.
Unos
investigadores de instituciones académicas y gubernamentales han
determinado el origen probable del material suelto que cubre los
asteroides pequeños. El equipo internacional de David Morrison de la
NASA en Estados Unidos, Simone Marchi del Instituto de Investigación del
Sudoeste en esa misma nación, y Marco Delbo del Observatorio de la
Costa Azul en Niza, Francia, ha llegado a la conclusión de que el
desgaste y la fragmentación de rocas debido a los cambios de temperatura
causados por la luz solar es el proceso principal por el cual se
generan el polvo y los escombros en los asteroides pequeños.
En
los experimentos se comprobó que las piedras con más de unos pocos
centímetros de diámetro se rompían más rápido por la fragmentación
térmica inducida por las variaciones extremas de temperatura entre el
día y la noche, que por los impactos de micrometeoroides.
La producción de regolito nuevo a partir de la fragmentación por fatiga
térmica podría ser un proceso importante para rejuvenecer la superficie
de los asteroides próximos a la Tierra.
Vía: http://noticiasdelaciencia.com/not/10037/el_origen_de_la_tierra_suelta_en_la_superficie_de_pequenos_asteroides/
No hay comentarios:
Publicar un comentario